María Luisa Fernanda de Borbón y Vallabriga (Velada-1783, París-1846), duquesa de San Fernando e hija menor del Infante don Luis Antonio de Borbón y de María Teresa de Vallabriga. Su padre fue el hermano menor del rey Carlos III, el cual para asegurar la sucesión de la corona en su hijo Carlos (IV), no concedió permiso matrimonial a su hermano Luis Antonio y dicto una pragmática mediante la cual se apartaba de la sucesión a todo infante que se casara sin consentimiento real o lo hiciera con persona desigual. Luis Antonio finalmente, ya con 49 años, renunció a la sucesión de la corona y se casó morganáticamente con María Teresa de Vallabriga. Como consecuencia del matrimonio morganático, los hijos del infante no tuvieron derecho a utilizar el apellido Borbón y no pudieron, al igual que la esposa, acercarse a menos de 20 leguas de la corte (distancia que incluía el palacio de Boadilla del Monte, residencia de soltero de Luis Antonio). Así tras una leve estancia de los padres de María Teresa en Cadalso de los Vidrios, en donde nació su hermano Luis María, la familia fijó su residencia en Arenas de San Pedro, en el Palacio Viejo (casa de los Frías). Allí el matrimonio tuvo a su segundo hijo, que desgraciadamente murió al poco de nacer. |
Infancia (0-17 años), palacio y convento. |
El 6 de junio de 1783 nació María Luisa en el palacio de Velada, pues parece ser que a su madre le daba miedo parir en Arenas, en el mismo lugar nació tres años antes su hermana María Teresa. Los dos primeros años de su vida los paso en el palacio de la Mosquera de Arenas de San Pedro junto a su familia. |
Su padre el infante don Luis muere el 7 de agosto de 1785 y el rey Carlos III cofia el cuidado de sus tres hijos a Francisco Antonio de Lorenzana, cardenal arzobispo de Toledo y gran amigo del infante desde que este (siendo cardenal) le llevo como canónigo a la catedral Toledana.
Floridablanca escribió, el 14 de agosto de 1785, al cardenal: ... el Rey ha resuelto confiar a su cuidado la educación y crianza de Don Luis de Vallabriga y sus dos hermanas, ... cuidará V.E. de recoger a dicho Don Luis a Toledo y de poner a sus hermanas, luego que se hallen en disposición para ello, en algún convento o colegio fuera de Madrid. |
El cardenal decide dejar a María Luisa y María Teresa al cuidado de las monjas del monasterio Cisterciense Bernardas de Toledo:
Dice Lorenzana: He venido, señoras, a elegir y escoger habitación para las hijas del señor Infante Don Luis, porque desde luego me ha parecido este monasterio el más apropiado, así por su hermosura y por lo saludable como por las señoras tal ilustres que ha tenido y por sus muchos privilegios. |
El 20 de septiembre quedaron las niñas en el monasterio de San Clemente de Toledo, con la servidumbre que se trajeron de Arenas. La madre no las puede ver hasta siete años después (antes de partir hacia Zaragoza), pero sigue con inquietud la suerte de sus hijos (les manda frutas, ropas y otros efectos).
María Luisa, hija de un infante, no llevaba el apellido de su padre ni tenía prerrogativa alguna. No veía a su madre, por más que esta lo solicitara al inflexible rey. Su hermano Luis María estaba bajo la tutoría directa del cardenal Lorenzana, en el arzobispado, pero ella y su hermana recibían la austera educación del convento.
Liberación, guerra y exilio. |
En 1797 se ve liberada del destierro, recupera el apellido Borbón, recibe la condecoración de la Orden de la reina María Luisa y una renta de 10.000 pesos, todo ello como consecuencia de la boda de su hermana María Teresa con Manuel Godoy.
En 1800 la retrató Goya, retrato (en los Uffizi, Florencia) que muchos críticos dieron por el de María Teresa, su hermana la condesa de Chinchón. En 1802 María Luisa y su madre se trasladaron a Zaragoza.
Tras la muerte en 1806 de María Antonia, esposa del futuro Fernando VII, se estudio la posibilidad de que María Luisa de casara con el príncipe de Asturias, no obstante, este no lo hizo para no emparentar con su gran enemigo Godoy.
En 1808 y ante la amenaza de los franceses hacía la ciudad de Zaragoza, madre e hija se refugian en Palma de Mallorca, en donde permanecieron hasta el final de la contienda en 1814, año en el que regresaron a Zaragoza.
En mayo de 1817 María Luisa se casa en Madrid, en la parroquia de San Sebastián, con Joaquín Melgarejo y Saurín, gentilhombre honorario de Fernando VII desde sus tiempos de príncipe de Asturias y quizás hijo de Joaquín Melgarejo y Roxas, mayordomo del infante Luis Antonio. Posiblemente el matrimonio fue un modo de emparentar a Joaquín con la casa real, un premio por el apoyo prestado a la causa fernandina, tras su participación en el Motín de Aranjuez y en los acontecimientos previos a la llegada al trono de Fernando, por todo ello, también fue nombrado duque de San Fernando de Quiroga.
La victoria de los constitucionalistas en 1820 forzó a Fernando a jurar la constitución y a convocar una junta provisional presidida, por el cardenal de Luis María de Borbón (hermano de María Luisa) y como ministro de estado el duque de San Fernando (esposo de la misma). Por el primer decreto de la junta se suprimieron la Inquisición y los consejos.
Los duques de San Fernando y la condesa de Chinchón se vieron forzados al exilio de París en 1822, como consecuencia de la vinculación de los mismos con los constitucionalistas y sus ideas liberales.
El 6 de septiembre de 1840, María Luisa testó a favor de su sobrina Carlota Luisa (Como única hija de mi muy amada difunta hermana...) cediendola la colección de pinturas heredada de sus padres y hermano.
María Luisa falleció en París, sin descendencia, el 21 de marzo de 1846 y fue enterrada
en la sacristía de la capilla del Palacio de Boadilla del Monte.