Convento de la Encarnación
Monumento nacional del siglo XVII
Boadilla del Monte
Se trata de un conjunto de convento e iglesia situado junto a la calle de los Mártires, dando su frente a la plaza Virgen del Rosario.
Doña María de Vera y Barco, viuda de Juan González de Uzqueta-Caballero, siguiendo el deseo de su marido, mandó levantar en su señorío de Boadilla del Monte, un convento de carmelitas descalzas, bajo el titulo y advocación de la Encarnación del Hijo de Dios, según escritura fechada el 21 de septiembre de 1670 y otorgada ante Andrés de Catalañazor, escribano de Madrid. Se comprometía a construir el alojamiento para 21 religiosas y la iglesia, y dotaba a la fundación con 4.200 ducados de renta en juros de "buena finca y situación", sin contar otros 400 ducados para el capellán principal, confesor, de las monjas, 200 más para el segundo capellán y 100 para el sacristán. Los capellanes debían decir cada uno una misa diaria, y otra semanal, por el eterno descanso del alma de los fundadores. Doña María de Vera se reservaba el derecho de presentar sin dote a dos de las ventiuna religiosas, y de entrar en la clausura una vez al mes, después de haber perdido permiso al obispo.
Las religiosas habitaron el convento durante los tres siglos siguientes a su fundación, hasta que a mediados de la década de 1970 y como consecuencia del mal estado del conjunto monumental, tuvieron que trasladarse a otro convento. Desde entonces el deterioro de la construcción fue incrementándose, hasta que en 1980 el Ministerio de Cultura declaró al conjunto, monumento nacional y lo salvó de la ruina. |
Actualmente se están recaudando fondos para restaurar la iglesia. Calculándose que con 30 millones de pesetas se podrán arreglar y limpiar las cubiertas, eliminar las humedades, solar con piedra de Colmenar de Oreja, renovar las instalaciones de agua, luz y alcantarillado, pintar el templo, renovar la carpintería y mobiliario, restaurar las pinturas murales, instalar unas vidrieras y colocar un retablo del siglo XVI donado por el señor Obispo de Getafe. Los donativos para tales obras pueden entregarse a la Parroquia de San Cristóbal, o a la cuenta corriente del Banco Popular 0075-0459-54-0600242825.
Descripción del conjunto monumental |
La construcción data de 1674. La iglesia es de ladrillo con gran sencillez de líneas, utilizándose también la piedra, en el basamento y los ornamentos y la teja árabe en la cubierta. Los cronistas y viajeros de la época describen el conjunto como de muy buena arquitectura, destacando el ladrillo de sus fachadas realizadas con arcillas rojas del suelo sobre el cual se eleva, así como la gran sencillez de sus líneas, las bolas y los escudos en los frontones de la puerta de ingreso.
Sobre la gran puerta de entrada, preside una hornacina con una representación de la encarnación. En el muro sur del convento se encuentra otra hornacina con la Virgen de la encarnación.
La planta es de cruz latina con coro alto y capillas laterales y sigue el esquema de la Iglesía de la Encarnación de Madrid. En el interior se guardan algunos lienzos de valor, como el de la Anunciación, del altar mayor y el de Sansón en el tabernáculo, ambos de Francisco Solís. Desaparecieron en la Guerra Civil los cuadros de La Visitación y El Martirio de San Lorenzo y de San Babilés, posibles copias de Juan Fernández Navarrete, llamado el Mudo.
Las armas de la fundadora y de su esposo están en el frontispicio del convento, así como en los ángulos de la media naranja de la cúpula de la iglesía.
Por todo el piso superior de la iglesía puede leerse: "D.O.M. LOS SEÑORES D. IV GONZALEZ DE UZQUETA Y VALDES DEL CONSISTORIO Y CAMARA DE CASTILLA Y DE LA ORDEN DE SANTIAGO Y DOÑA MARIA DE VERA BARCO Y GASCA SU MUGER SEÑORES DESTA VILLA FUNDARON Y DOTARON ESTA IGLESIA Y CONVENTO DE LA ENCARNACION DE CARMELITAS DESCALZAS Y DICHA SEÑORA ES PATRONA SOLA IN SOLIDUM PERPETUA Y SUS HEREDEROS DE TODA LA IGLESIA Y CONVENTO COMO CONSTA EN LAS ESCRITURAS QUE ESTAN EN EL Y SE ATORGARON ANTE ANDRES DE CATALAÑAZOR, ESCRIBANO DE NUMERO DE MADRID, AÑO 1670. ACABOSE EL DE 1674." |
La fachada de la iglesía del convento sigue el modelo establecido para la orden religiosa, por Francisco de Mora y su ayudante el carmelita descalzo fray Alberto de la Madre de Dios y que se repitió a lo largo de los siglos XVII y XVIII. Así la fachada de la iglesía del convento se organiza según un rectángulo enmarcado por dos grandes pilastras verticales lisas y una franja horizontal refundida, rematándose con un gran frontón en cuyos extremos se sitúan dos bolas herrerianas de piedra granítica. En la composición predomina una clara verticalidad, marcada por el eje de simetría en el que se suceden, la cruz que corona el frontón, el ósculo que perfora el mismo, una ventana rectangular y la portada, todo ello silueteado, a modo de alfiz, por el mismo ladrillo. La verticalidad se ve atenuada mediante dos escudos que flanquean el frontón de la portada, consiguiéndose una división horizontal de la fachada, en tres zonas.
La portada se halla realizada en piedra y la constituyen dos cuerpos separados por un entablamento. El primero se remata por un frontón bajo el cual, en una hornacina, se sitúa un grupo escultórico. El segundo, que aloja la puerta de acceso, se orna con la típica moldura barroca.
El conjunto presenta volúmenes simples y claros, escalonados y correspondientes a las naves y capillas, características de este tipo de iglesias. Las fachadas laterales están casi siempre desprovistas de ornamentación, relegadas como partes secundarias del edificio.